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Hoy toca aclarar algunos puntos sobre el vídeo de Carlos Blanco.

El que sale no es él. Sí, pero no. Al igual que Santiago Segura no es Torrente, el Carlos Blanco real no es como el del vídeo que habeis visto. El texto lo escribí a partir del personaje que hicimos el Fortis y yo para él: pedante, vanidoso, despegado de la realidad... Todo esto en pequeñas proporciones.

¿Y por qué es fácil creer que el muchacho da grima? Porque lo hace de puta madre. Más allá de que se supiese el texto a la perfección, casi cada movimiento que hace durante el minuto y medio de la pieza está marcado por nosotros teniendo en cuenta no sólo la intención de cada frase en el guión, sino su posición en el decorado respecto a la cámara, las luces, el cuadro... No hubo ensayos.

Los que hayais tenido que hacer algo alguna vez en algún corto, peli, spot, vídeo de primera comunión, sabreis lo complicado que es encontrar alguien que haga que todo parezca fácil. Aprovecho este momento para saludar a Cova y a Juanma... por nada en especial.

Pacharán decía en los comentarios que el momento en el que saca los recortes de prensa se le hace artificial. Estoy de acuerdo, pero por una parte nos ayudaba a que la gente que aún no caía sobre quién era el chaval hiciera memoria y por otra acentuaba el rollo vanidoso que queríamos darle: se pone a hablar de su época dorada sin que venga a cuento.

Sobre la foto no pienso decir nada.