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Ayer empezó onceava edición de Gran Hermano 11. Que manda cojones. ONCE. Os imagináis que sacaran cada temporada en DVD como si se tratara de Californication? En mi cabeza puedo ver la estantería con las 11 cajas, qué hermosura. Tengo que decir que a veces también fantaseo con la imagen de alguien que tenga en su casa todos los CD’s de las galas de Operación Triunfo, pero bueno, eso ya lo trataré con mi psicólogo el día que tenga uno.

A lo que me gustaría volver es a lo de GH pero  desde un punto de vista más personal. Este verano tenía un plan. Un plan cojonudo que se me ocurrió hace mucho. Lo mejor de todo es que no tiene fecha de caducidad, es más, puede que cuanto más tiempo pase hasta que se lleve a cabo, más posibilidades hay de que resulte exitoso.
Se trata de algo tan ridículo (y bochornoso, y lamentable, y miserable) como reunir a estos dos señores con los que tengo a bien llevar algún que otro verano compartiendo desmadres y borracheras,

salir por Palma un sábado por la noche… y conocer a unas muchachas.

“Ehhhh… un segundo. Tío, tú tienes novia!!!”

Que sí, ya lo sé, pero no voy por ahí. El objetivo de semejante encuentro es que, en cierto momento de la noche, alguno de nosotros se acercara a una de ellas y dijera:

- Oye, a ti seguro que te suena mi amigo, verdad?
- Ay… pues no sé.
- Seguro?
- No caigo…
- Sí mujer, es Rafita, DE GRAN HERMANO 7.

Sí, ya sabes… Rafita!

Rafita.

Rafita.

Vamos, que lo mismo da.

Sí chavales, esta es la mierda de tipo que escribe este blog, uno que se ríe solo pensando en la posibilidad de hacer colar a una cualquiera que ha sido concursante de uno de los programas más infectos (si no el que más) de la televisión mundial. Lo peor es que a mis amigos les pareció una buena idea… aún no recuerdo por qué al final no intentamos llevarla a cabo.

Y ya está, ya escribí. He tenido que hacerlo sobre una de las pocas cosas que he dejado de hacer en este irrepetible verano de 3 meses en el que he ganado moreno y kilos a partes iguales. Como tiene que ser. Si hubiera intentado hacer un resumen de todo me haría tirado otro mes dándole vueltas.

Y desde el pasado 31 de agosto, vuelta al trabajo.