Por las mañanas para levantarme necesito dos despertadores y la radio. Desde que empiezan a sonar hasta que me levanto pasan entre 15 y 40 minutos. Para intentar que sean más 15 y menos 40 últimamente estoy intentado, con los ojos aún prácticamente cerrados, mirar el correo en el móvil para ver si “leer” me activa la sinápsis. Sin éxito.
Hace unos días no fue así. Recibí un correo de la gente que lleva el servicio de comentarios del blog y válgame Dios qué bote pegué.
“Cómo? Servicio de comentarios has dicho? Qué tipo de retrasado mental es el que no usa el que viene integrado en el blog?”
El que lleva con blog desde antes de que estos tuvieran integrado semejante sistema.
Continúo después de una pequeña pausa musical.
Ahora mismo me encuentro en un punto en el que o me paso a un nuevo servicio que es UN ASCO o exporto los comentarios a un archivo que se quedará criogenizado en mi ordenador ya que no es importable a día de hoy desde ninguna plataforma.
Sé que detrás de todo esto hay una sesuda reflexión acerca de la problemática de que tus datos dependan de un tercero, de los estándares digitales, etc. etc. pero creo que voy a dedicar ese tiempo a rascarme la cabeza y ver qué coño hago con semejante papeleta.
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