Gracias a las constantes recomendaciones de Jorge este año me he enganchado al Saturday Night Live sin resumenes ni highlights, programas enteros de la última temporada.
He ido a ver Inglorious Bastards, algo que debería hacer el resto del planeta Tierra, eso sí: EN VERSION ORIGINAL. No es por ponerme gafapasta talibán, pero es que hablamos de una peli en la que los alemanes hablan alemán, los americanos inglés, los franceses francés y los italianos… Sí, creo que se ha entendido.
Vale.
También he estado en un bar. Un bar cualquiera de la zona de Opera en el cual una de las barras estaba muy llena. “Acércate a la otra, está vacía y la camarera está muy buena.”
No suena mal.
Me acerco y cuando estoy a tres metros… no, no puede ser. Espero a que levante la vista y justo en ese momento un toque en mi hombro. “Es ELLA… de verdad?”
YA LO CREO.
Amigos, en ese bar las copas las ponía
CELIA BLANCO.
Contra todo pronóstico, contando esta anécdota me he encontrado en más de una ocasión con gente que no ha oído hablar de ella. Chicos incluidos. Para desconocedores de la muchacha, tan sólo un dato:
es actriz.
Bueno, era. Al parecer ha hecho como José Tomás y a partir de ahora ninguna de las corridas en las que participe será televisada.
Viva el humor low cost. Continúo.
Otra de las cosas que estoy haciendo ahora es una colaboración en el blog de Yorokobu, una revista (de papel) de comunicación y publicidad que se lanza ahora y de la cual hemos hecho la campaña de lanzamiento en el Hombre con dos Cerebros. Pues eso, en su blog cada viernes estamos sacando cosas en una sección llamada I+D: Investigación y Demencia. Iré subiendo alguna cosilla por aquí de vez en cuando, a ver si le doy un poco de ritmo a este arca de alegría y sueños llamado nopodemosmás.
Y si esto fuera poco, en la nueva página del Club de Creativos (que aún no ha visto la luz) el Fortis y yo mismo también escribiremos algo. A LA VEZ. Ya iré avisando.
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